LA ZEOLITA CLINOPTILOLITA COMO BARRERA PARA LA PROTECCIÓN DE LOS ÁRBOLES CONTRA LOS INSECTOS RASTREROS.

LA ZEOLITA CLINOPTILOLITA COMO BARRERA PARA LA PROTECCIÓN DE LOS ÁRBOLES CONTRA LOS INSECTOS RASTREROS.

La zeolita natural del tipo clinoptilolita es un mineral de origen volcánico perteneciente a los aluminosilicatos, que posee un grupo de propiedades de alta estima, capaces de ofrecer soluciones interesantes para la protección de los árboles y otros cultivos contra los insectos rastreros.

PRINCIPALES PROPIEDADES DE LA ZEOLITA CLINOPTILOLITA:

1) Alta capacidad de absorción y desorción de líquidos.

2) Estructura cristalina tridimensional en forma de canales muy uniformes.

3) Alta capacidad de intercambio iónico total y por elementos.

4) Composición química eminentemente silícea.

5) PH generalmente muy cercano a la neutralidad.

Basada en estas propiedades, la zeolita es capaz de captar altos porcentajes de humedad del suelo y el entorno y cederlo posteriormente al sistema radical según sus necesidades. Con este mismo principio, origina un efecto de deshidratación en los insectos, penetrando por sus articulaciones y afectando la mucosa y partes blandas; algo letal para los áfidos, nemátodos, ácaros y otros parásitos rastreros que atacan las raíces, troncos y parte foliar de los árboles.

Para contrarrestar estos ataques, tradicionalmente los agricultores se ven obligados a utilizar insecticidas en forma de pesticidas y productos químicos que deben ser aplicados con mucho cuidado, debido a los efectos dañinos que pueden generar al medio ambiente, la intoxicación de los propios trabajadores y los frutos de las cosechas.

Cuando empleamos la zeolita clinoptilolita, se elimina el peligro de contaminación y los efectos letales contra los agresores rastreros se multiplican, incluso cuando se compara con la cal, los polvos de diatomitas y otros productos alternativos que actualmente se encuentran en el mercado.

¿Cómo se aplica?

La mayoría de los parásitos rastreros contaminantes atacan primeramente el sistema radical y la base de los troncos de los árboles, por lo que es ahí por dónde se debe comenzar con la construcción de barreras de contención capaces de impedir el paso de los mismos. Para ello, se recomienda aplicar la zeolita formando un ruedo alrededor del tallo de las plantas, cuyo radio será de unos 50 cm. para el caso de los árboles maderables y frutales de gran porte, mientras que para las plantas pequeñas y arbustos de tallo más fino, bastará con solo unos 10 o 20 cm. Se recomienda utilizar la zeolita clinoptilolita triturada en las fracciones de 1 a 3 mm o de 3 a 12 mm, creando una capa de alrededor de 3 cm de espesor.

Para untar en el tronco hasta la base del follaje, se debe preparar una mezcla de zeolita micronizada disuelta en agua para aplicar como fungicida a todo el tallo, como si fuera una pintura (lechada) de zeolita que cubrirá toda esta parte de la plata. De forma inmediata se apreciará el efecto inhibidor de la zeolita en la vida de estos parásitos tan dañinos, lográndose este resultado sin la necesidad de utilizar productos químicos u otros compuestos dañinos al medio ambiente.

Es importante mantener atención al desarrollo y comportamiento de estas barreras naturales para cada caso específico. La zeolita no afecta negativamente a las plantas ni al suelo, pero siempre es recomendable hacer una prueba demostrativa a pequeña escala antes de aplicarla en toda el área a trabajar.

Frecuencia: Restablecer la barrera de zeolita después de lluvias intensas, cuando notes que se ha erosionado o perdido su efecto inhibidor.

 

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