UTILIZACIÓN DE LA ZEOLITA NATURAL PARA MEJORAR LOS PROCESOS DE COMPOSTAJE.
Existe una tendencia universal en cuanto a la minimización del empleo de los fertilizantes químicos en la agricultura moderna debido al aumento significativo de la contaminación de los suelos, las fuentes de aguas y los productos agrícolas. La utilización cada vez más amplia de los abonos orgánicos ha traído como resultado el desarrollo del compostaje, una técnica que consiste en transformar los residuos orgánicos en abonos naturales, mediante la acción de microorganismos y otros agentes biológicos. El compostaje tiene múltiples beneficios, como reducir la cantidad de residuos que se envían a los vertederos, mejorar la fertilidad y la estructura del suelo y disminuir el uso de fertilizantes sintéticos.
No obstante, estos beneficios, el compostaje presenta algunos inconvenientes, pues en su proceso de elaboración se generan fuertes olores desagradables debido al desprendimiento de metano y otros compuestos amoniacales y sulfhídricos, la pérdida de importantes nutrientes como el fósforo por lixiviación y el nitrógeno por volatilización, la compactación del producto final y posible presencia de patógenos y metales en este cuando el proceso no se ha desarrollado correctamente. Para solucionar estos problemas, se pueden utilizar diferentes productos que mejoran las condiciones del proceso y la calidad del compost, pero estos a su vez implican otras contra indicaciones y elevados costos.
Uno de estos es la zeolita natural, un mineral de origen volcánico que tiene propiedades ideales para mejorar el proceso de compostaje y el beneficio de los suelos agrícolas, como alta capacidad de intercambio iónico, composición química muy estable y una estructura reticular en forma de canales uniformes que le permite retener más del 40 % de su masa en agua y otros líquidos. La zeolita es capaz de retener el agua y los componentes solubles de los residuos orgánicos, como el nitrógeno, el fósforo y el potasio y liberarlos gradualmente según la demanda de las plantas. De esta forma, se evita la lixiviación y la volatilización de los nutrientes y se aumenta la capacidad de intercambio catiónico del compost.
La zeolita reduce los malos olores del compostaje, al captar por intercambio iónico los gases que se producen durante la descomposición de la materia orgánica, como el amoníaco, el sulfuro de hidrógeno y el metano. También inhibe el crecimiento de microorganismos patógenos o indeseables, al disminuir el pH y la actividad de agua de los residuos orgánicos.
El uso de la zeolita en el compostaje puede tiene efectos positivos tanto en el proceso como en el producto final. La adición de zeolita acelera la maduración del compost, aumenta su estabilidad y homogeneidad y mejora sus propiedades físicas, químicas y biológicas, ya que elementos como el nitrógeno, que se pierde en más de un 50 % por volatización durante la fase de compostaje debido a las altas temperaturas, o el fósforo, cuyas pérdidas son también altas debido al “lavado” del producto, son asimilados por las propiedades de la zeolita. Esto también controla los malos olores y la contaminación del medio circundante. Asimismo, puede mejorar el rendimiento y la calidad de los cultivos que se nutren con el compost enriquecido con zeolita.
En conclusión, el uso de la zeolita para mejorar los procesos de compostaje es una alternativa ecológica y económica, que optimiza el aprovechamiento de los residuos orgánicos y genera un abono natural de mayor valor agronómico agregado.
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